Ciencia Nueva. Revista de Historia y Política | e-ISSN 2539 - 2662

Vol. 4 Núm. 1 | Enero - Junio de 2020 - Pereira, Colombia





ESTUDIOS HISTÓRICOS

DOI: https://doi.org/10.22517/25392662.22561 - pp 23-45



CENAPROV Y EL CRECIMIENTO URBANO DE PEREIRA 1973-1987. UNA MIRADA A LA CONSTRUCCIÓN BARRIAL DE PEREIRA DESDE SUS MÁRGENES*


CENAPROV AND THE DEVELOPMENT OF THE URBAN AREA OF PEREIRA 1973-1987. A DIFFERENT VIEW OF THE NEIGHBORHOOD CONSTRUCTION FROM ITS BOUNDARIES




Recibido: 26 de agosto de 2019.

Revisado: 11 de septiembre de 2019.

Aceptado: 23 de octubre de 2019.

Publicado: 04 de septiembre de 2020.


Resumen


El crecimiento de la población urbana en Colombia y la alta migración de personas del campo hacia la ciudad a mediados del siglo XX, a causa principalmente del fenómeno de la violencia, derivó en carencias habitacionales y en la conformación de invasiones en las ciudades. En ese contexto, la organización social de izquierda Central Nacional Provivienda (CENAPROV) promovió la construcción de diez planes de vivienda en la ciudad de Pereira. La presente investigación es un intento por reconstruir el accionar de CENAPROV desde su aparición en la ciudad en 1973 hasta el inicio de su declive en 1987. Así, de la mano de la metodología de reconstrucción colectiva de la historia (RCH) y del análisis crítico de fuentes se aporta a la comprensión de la historia urbana de Pereira desde sus márgenes.


Palabras clave: CENAPROV, Unión Patriótica, historia barrial, sectores populares, desarrollo urbano.


Abstract


Urban population growth in Colombia and the high migration of people from the countryside to the city in the mid-twentieth century, mainly due to the phenomenon of violence, led to housing shortages and the formation of slums in the cities. In this context, the left social organization Central Nacional Provivienda (CENAPROV) promoted the construction of ten housing plans in Pereira city. The present investigation is an attempt to reconstruct the CENAPROV actions since its appearance in the city in 1973 until the beginning of its decline in 1987. Thus, together with the methodology of collective reconstruction of the history (RCH) and the critical analysis of sources contributes to the understanding of the urban history of Pereira from its margins.


Keywords: CENAPROV, Patriotic Union, neighborhood history, popular sectors, urban development.


Introducción

P

ensar históricamente no solo implica rastrear los acontecimientos de grandes hombres y grandes epopeyas acontecidas en el pasado. También implica desentrañar el flujo de elementos y de procesos que posibilitan la conformación de territorios y espacios en una escala menor. Implica revisar lo que hay detrás de los lugares a los que ciudadanos anónimos concurren diariamente y en los que habitan, nacen y mueren. El análisis crítico de los relatos históricos permite dilucidar que una buena dosis de sospecha frente a la idea totalizadora de las historias oficiales es fundamental para comprender que, recordando a Carlo Ginzburg, la realidad es discontinua y heterogénea, sin que ello implique que el pasado se vuelva inalcanzable57.

Pensar en el desarrollo urbano de Pereira como constructo histórico, remite también al desmonte de muchas figuras instauradas en la memoria oficial colectiva de ciudad. Figuras instauradas por las élites, la cuales han producido unas representaciones particulares sobre el desarrollo urbano y la historia de los barrios. Por tal razón, rastrear e indagar las formas de incorporación urbana en la ciudad, lleva a comprender que los procesos de organización social subalterna que han estado al margen de la historiografía oficial poseían otrora su propia lógica y no son producto del azar. Esto significa, siguiendo la tesis de Michael Foucault, entender que detrás de las historias fluidas de los gobiernos, se dibujan otras historias de débil pendiente, casi inmóviles a la mirada, como la historia del trigo, las minas de oro o las sequias58, y por qué no, las historias de la conformación del hábitat urbano, donde el protagonista no es el Estado sino grupos de individuos que, desde los márgenes y la precariedad, luchan por su incorporación vital dentro de la urbe.

Ahora bien, en este orden de ideas el proceso de transformación urbana de la ciudad de Pereira durante el siglo XX llama particularmente la atención, debido a que las dinámicas de urbanización estatal, generadas desde el Instituto de Crédito Territorial y el Fondo de Vivienda Popular, se vieron complementados por la participación decidida de iniciativas de asociaciones de trabajadores, sindicalistas, grupos de ciudadanos y organizaciones de viviendistas que para la época hicieron parte en la lucha por el derecho a una vivienda en la ciudad desde la legalidad y desde la ilegalidad. Luchas que hasta ahora no han sido suficientemente retratadas o reconocidas dentro de la historiografía de la ciudad, tal es el caso de la organización de viviendistas llamada Central Nacional Provivienda (CENAPROV).

En el presente artículo se propone como objetivo indagar por la influencia y el impacto social de CENAPROV en el crecimiento urbano de la ciudad de Pereira entre 1973 y 1987. Para ello, en un primer momento se analizará brevemente la influencia que tuvieron los procesos migratorios de la segundad mitad del siglo XX en el crecimiento urbano de Pereira. En un segundo momento, se abordará el déficit habitacional en Pereira y su contexto social como producto del crecimiento urbano. Finalmente, se describirá el proceso de consolidación social de CENAPROV en el crecimiento urbano de Pereira, así como su declive.


Metodología

En la presente investigación histórica de tipo cualitativa se ha optado por un abordaje metodológico que reconstruye la historia desde abajo, más precisamente desde la reconstrucción colectiva de la historia (RCH), metodología planteada por Alfonso Carrillo en su texto Hacer historia desde abajo y desde el sur59. En consonancia con la naturaleza del proyecto y con el objetivo de investigación de alto contenido sociológico, se reconoce y se asume el método histórico: fuentes y crítica de fuentes.

La RCH es una metodología que permite brindar un papel protagónico a los sectores populares y reconocer su relevancia social, para ello Alfonso Torres Carrillo, plantea siete criterios metodológicos, de los cuales en función del objetivo de la presente investigación se consideran relevantes los siguientes: consolidar una construcción de conocimiento articulada a las luchas sociales alternativas; servir de eje articulador del conocimiento sobre el pasado, y localizar con precisión el objeto de estudio sin perder la mirada de conjunto promoviendo el diálogo de saberes, incorporando un amplio abanico de fuentes, entre las que se destacan la historia oral, revistas impresas y producidas por las organizaciones sociales, periódicos de circulación masiva, archivos personales, legislación y fuentes estadísticas oficiales, entre otros60.

En este orden de ideas, pese a que la comunidad no participó en la construcción de los objetivos del proyecto como plantea la RCH, los aportes de los protagonistas sí han sido fundamentales para el desarrollo de esta investigación, principalmente en lo que respecta a las fuentes testimoniales y documentales. De modo que su estructura, sus fuentes y su relación analítica se presentan como pertinentes y útiles para la ejecución del presente proyecto.


La ciudad de Pereira y sus migraciones en la segunda mitad del siglo XX

Según el historiador Eric Hobsbawm, en lo que denominó la edad dorada del siglo XX, esto es a partir de 1950, la población del tercer mundo creció a un ritmo espectacular. No obstante, en América Latina el aumento de la población se dio aún más de prisa61. En esta dirección, la presente investigación se circunscribe en un momento histórico de mediados de siglo XX, caracterizado por las crisis migratorias al interior de los países latinoamericanos, de las que Colombia no fue ajena, en las cuales gran parte del campesinado migró hacia las ciudades grandes e intermedias seducido por la posibilidad de mejorar las condiciones de vida familiar o compelido por la necesidad de salvaguardar la vida, ante la amenaza inminente de la violencia62 política generalizada en el país.

Este fenómeno migratorio, agudizó el déficit de vivienda y los servicios en las urbes, lo que en consecuencia derivó en un aumento de tugurios y asentamientos populares dentro de la ciudad de Pereira o para el caso concreto en sus márgenes63. La consecuencia de la migración interna en el caso colombiano aumentó la presión demográfica en las ciudades, situación que, aunada a una incapacidad estatal para resolver la demanda de vivienda64, conllevó a la aparición de un sin número de asentamientos ilegales que modificaron la fisonomía y el paisaje de las ciudades.

Pese a que, como ya se afirmó, la violencia constituye un lugar preponderante en los estudios sobre los procesos migratorios en Colombia, conviene mencionar que la violencia no fue el único factor determinante del éxodo masivo de población del campo a la ciudad en el país65. Se ha de tomar en cuenta el engranaje del sistema económico en su conjunto, un sistema opresivo y expulsor, pero también se han de concretar factores como el aumento de las tasas de fecundidad, el descenso del índice de mortalidad, la modernización de la agricultura, del transporte y la infraestructura de servicios66, aunados a la precarización de la vida de los pobladores del campo con respecto a los urbanos, la búsqueda de seguridad y la esperanza de llegar a beneficiarse de la modernización en las ciudades, también influyeron, aunque en menor medida en los continuos éxodos de población rural hacia las urbes67.

El problema urbano que se acaba de plantear se analiza desde una perspectiva historiográfica a la luz del caso de la ciudad de Pereira, una ciudad intermedia de Colombia, conformada entre 1857 y 188468. Esta ciudad no permaneció ajena a las circunstancias que vivía el país ni a las que ocurrían en Latinoamérica. En los años 30 la ciudad vive un proceso de modernización en su infraestructura urbana y la forma de vida de sus habitantes que la ubicaría en una posición de privilegio con relación a otras ciudades intermedias de similares características69. Para los años 40 y 50, época de la “crisis del civismo”, empiezan a apreciarse cambios, como la inmigración masiva hacia las urbes que desborda la capacidad de gestión y el control social de las entidades cívicas70.

En ese orden de ideas, el dinamismo que sufría la época con relación al desborde urbano y demográfico se hace latente en las décadas de 1960 a 1970 como producto de una marcada aceleración urbana heredada de procesos de largo aliento, dentro de los cuales se pueden identificar fenómenos como la violencia en el centro occidente del país, la bonanza cafetera, la ubicación estratégica de la ciudad como polo de desarrollo comercial, las vías de acceso y los procesos de industrialización.

Para el periodo comprendido entre 1945 y 1960 a la ciudad de Pereira llegó una gran oleada de migrantes campesinos, como consecuencia de la violencia en los departamentos circundantes a Caldas, la zona rural de Quindío, norte del Valle y Tolima71; generando múltiples problemas para la ciudad, que no se encontraba preparada para suplir la demanda de vivienda, servicios básicos, educación y salud de los recién llegados. Según datos del Dane, la población pasó de 115.342 habitantes en 1951 a 188.365 en 1964. En el censo de 1973, Pereira contaba con 208.430 habitantes72. Así, entre el censo de 1951 y el de 1973, la ciudad experimentó un aumento poblacional estimado en 111.535 habitantes, elevando notablemente su densidad demográfica.

Dicho aumento también se puede constatar en las cifras de la población urbana de Pereira (figura 1), debido a que entre los censos de 1951 y 1973 la población urbana de Pereira se incrementó en 110.514 habitantes en la cabecera municipal. De acuerdo con los censos del Dane, se estableció una tasa de crecimiento intercensal de 50,03 entre 1951 y 1964, época que coincide con los primeros años de la violencia bipartidista en el país; la tasa fue de 25,46 entre los censos de 1964 y de 1973, y de 22,19 entre los censos de 1973 y 1985, evidenciando con ello una paulatina disminución en las tasas de crecimiento poblacional urbano a mediados de la década de 198073.


Figura 1. Crecimiento de la población urbana de Pereira, 1951-1985
Figura 1. Crecimiento de la población urbana de Pereira, 1951-1985

Fuente: Elaboración propia a partir de los censos de 1951, 1964, 1973, 1985, 1993 consultados en “Biblioteca virtual”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, http://biblioteca.dane.gov.co/biblioteca/allbooks.

Grosso Modo, los procesos migratorios derivados principalmente de la violencia, aunados al paulatino desarrollo económico, industrial y comercial de la ciudad, se ubicaron en el imaginario colectivo y proyectaron la urbe como el lugar que tenía algo que ofrecer en términos de bienestar, de refugio y de oportunidades para los recién llegados. El incremento poblacional de la ciudad de Pereira, constatado en el resultado de los diferentes censos relacionados, derivaron además en una paulatina urbanización extendida y en un crecimiento espacial fuera del centro de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX.

En este sentido, uno de los factores que fortalecieron el desarrollo comercial e industrial de la ciudad y, por ende, su paulatino crecimiento demográfico, fue la posición estratégica en la que se encuentra Pereira, como corredor vial necesario para la conexión del centro occidente del país con el sur y con la zona de la costa atlántica, posición que la convirtió en una zona indispensable para el intercambio comercial a mediados de siglo XX74.

Puede vislumbrarse que posiblemente la suma de todas estas circunstancias abonó el terreno para el asentamiento de nuevas industrias. De acuerdo con los trabajos de Jaime Montoya Ferrer, la actividad comercial ha jugado un papel fundamental desde la fundación de la ciudad, con el crecimiento de sectores clave en la actividad cafetera y manufacturera. Pues además de dedicarse a la producción agrícola, la ciudad abanderaba la tecnificación y la industrialización de los procesos asociados al cultivo como las trilladoras, desde 1930, las cuales al contratar mano de obra asalariada contribuyeron en el surgimiento de un proletariado urbano75.

Todas estas circunstancias abonaron la llegada de personas en busca de mejores oportunidades, situación que repercutió en un incremento habitacional desordenado en la periferia de la ciudad. Además de esto, la relevancia comercial de la ciudad puede significar que la llegada de población rural hacia ciudades como Pereira no está asociada exclusivamente al fenómeno de la violencia, sino también a elementos de tipo económico como la industrialización incipiente de las urbes, jalonada por la implementación de una agricultura comercial que para la región del centro occidente del país se basaba en el cultivo de café76.


La apuesta por consolidar la producción del café en el país, desde mediados del siglo XIX, generó importantes movimientos poblacionales desde la cordillera occidental hacia la cordillera central, vinculados al crecimiento masivo del cultivo y beneficiados además por las condiciones ambientales óptimas para su producción77. En consecuencia, la ciudad de Pereira, ubicada en la cordillera central del país, empezó a tener un protagonismo destacado a mediados de siglo XX en el concierto nacional por su proyección productiva creciente, figurando dentro de las diez ciudades principales del país, a partir de 1930, a tal punto que, para el censo cafetero de 1980, la ciudad de Pereira ocupaba el primer lugar en producción de café en el país78.

Para resumir, se encuentra que el fenómeno migratorio fue determinante para comprender las dinámicas de las ciudades. Los procesos de desplazamiento de grandes flujos migratorios de los sectores rurales a las zonas urbanas se hacen evidentes en la fisonomía de las ciudades. Esto es así, pues comienzan a tomar cada vez mayor protagonismo los lugares periféricos y las zonas ejidales. Protagonismo que se expresó en la lucha denodada de los nuevos moradores por la vivienda y por un espacio dentro de la ciudad entre la década de 1960 y 1970. Es en este contexto, caracterizado además por el protagonismo de distintos movimientos sociales de izquierda79 en la ciudad y un ambiente sociopolítico que buscaba la reivindicación de derechos sociales, es donde aparece la Central Nacional Provivienda como la organización social de destechados que buscaba solucionar el problema de la vivienda a los sectores populares que no estaban en condiciones de acceder a los programas de vivienda ofertados por el Estado.


Déficit habitacional y oportunidades de vivienda para los destechados

El problema de la vivienda en Colombia como en el resto de Latinoamérica es un asunto de orden estructural en el que subyacen elementos tan relevantes como la desigualdad social, el telos profundo de la idea de progreso o de las dinámicas intrínsecas del sistema capitalista; elementos que llevan a Robledo a afirmar que: en su gran mayoría los sectores populares y más vulnerables de la población son quienes afrontan el déficit habitacional80. El crecimiento demográfico derivado de migraciones y procesos de desplazamiento del campo a la ciudad trasladó el problema de la precariedad de la vivienda en el campo a las carencias en los centros urbanos y conllevó, además, a la aparición de nuevos modos de segregación social a partir de conductas económicas como: la especulación en los precios del suelo y el valor del arrendamiento81.

Tomando como punto de partida y referente el censo de 1951, la ciudad de Pereira que aún hacía parte del departamento de Caldas, evidenciaba desde entonces falencias significativas en cuanto a la tenencia de la vivienda y la calidad de la misma. De un total de 15.373 viviendas ocupadas, el 44,9 % eran habitadas por inquilinos, el 29,8 % carecía de servicio de energía, el 30,6 % no tenía agua, por ende, el 45,1 % no tenía baño y el 19, 2 % no contaba con sanitario (figura 2).


Figura 2. Estado de las viviendas en Pereira, 1951
Figura 2. Estado de las viviendas en Pereira, 1951

Fuente: Elaboración propia a partir del censo de 1951 consultado en “Biblioteca virtual”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, http://biblioteca.dane.gov.co/biblioteca/categories/43/.

Es hacia 1959 aproximadamente cuando inicia el asentamiento poblacional de invasión en el sector de Cuba82. Según el texto: Monografía del barrio Cuba (1990), hacia 1960 la ciudad de Pereira padecía el problema demográfico producto del éxodo de campesinos llegados de regiones vecinas a causa de la violencia política. Este desborde poblacional incidió para que la ciudad recibiera aproximadamente 50.000 personas en un término menor de 13 años, desborde que incrementó el déficit habitacional en cerca de 6.800 viviendas83. No obstante, según otras versiones como la de Carlos Alberto Torres, en la época de los sesenta se presentó un índice de hacinamiento de 6,11 habitantes por vivienda, con lo que se estimó un déficit de 10.000 viviendas84.

Según el censo de 1964, el total de viviendas era de 26.334. Se puede destacar el número de chozas y ranchos o cabañas, factor que podría ser asociado a los asentamientos de invasión o los barrios piratas, muy comunes en la ciudad en dicha época (figura 3). Se trataba de invasiones que no contaban con condiciones dignas, seguras e higiénicas para ser habitadas, y en donde el denominador común era que los propietarios fuesen los dueños de los ranchos más no del terreno, como sucedió con el asentamiento de invasión en el sector de cuba en 1959 o con el barrio el Río en Pereira, estudiado por el sociólogo Fray Arturo Calle, y cuya descripción evidencia las limitaciones y riesgos en la composición de los materiales de construcción, en las vías de acceso y en la carencia de servicios públicos esenciales y de espacios de esparcimiento85.


Figura 3. Viviendas en Pereira, 1964
Figura 3. Viviendas en Pereira, 1964

Fuente: Elaboración propia a partir del censo de 1964 consultado en “Biblioteca virtual”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, http://biblioteca.dane.gov.co/biblioteca/categories/44/.

Pese a que según el censo del Dane para 1964 el 96,88 % (23.379) de los edificios de la ciudad estaban destinados para la habitación, la demanda de la vivienda en la ciudad y la necesidad de espacio habitable se incrementó, desbordando la capacidad de una adecuada respuesta estatal y obligando a que muchas de las personas que llegaban a la ciudad se agruparan y encontraran, en algunos casos, refugio en organizaciones viviendistas espontáneas o de carácter nacional dedicadas a atender la problemática de los destechados, este fue el caso de CENAPROV.

Resulta interesante resaltar que a medida que pasan los años y crece el número de pobladores, el número de viviendas en Pereira aumenta significativamente, pasando de 15.373 en 1951 a 85.510 en 198586. De acuerdo con el estudio de Carlos Torres, pese a que en la década de los setenta fueron construidos más de 60 barrios en la ciudad por entidades como el Instituto de Crédito Territorial (ICT)87 y el Fondo de Vivienda Popular (FVP), también tuvieron mucho protagonismo las iniciativas particulares en el surgimiento de numerosos barrios de invasión y urbanización ilegal en sectores como Cuba, Villa Santana y el Ferrocarril88. Lo cual denota una constante en lo relativo al déficit habitacional en la ciudad que aunque no es muy evidente en el censo de 1973 si lo es en la prensa local, donde se publicaron noticias relacionadas con invasiones de terrenos en diversas zonas de la ciudad por parte de centenares de familias acosadas por problemas de vivienda.

Once sectores de esta capital fueron invadidos este fin de semana por cerca de 50 familias que reclamaban vivienda [...] las zonas ocupadas por las gentes sin recursos y sin techo son las siguientes: Paz del Rio, en inmediaciones del barrio Kennedy al oriente de la ciudad, San Luis Gonzaga, en la carretera que de Pereira conduce a la capital del vecino departamento del Quindío; barrio Risaralda, sector de Nacederos, zona aledaña a la calle 23 entre carreras 13 y 14, barrio San Nicolás, riberas de la Quebrada El Oso, El Naranjito, sectores nor-oriental de la avenida del Ferrocarril y Vereda el Lembo en inmediaciones del municipio de Dosquebradas89.

Conforme a la realidad descrita, el fenómeno de las organizaciones de viviendistas se remonta en la ciudad de Pereira a la década de 1960, momento en que se intensifica el drama migratorio y se produce un aumento exponencial tanto en la población de la ciudad90 como en el número de asentamientos informales.

Al contrastar el panorama del déficit habitacional con la situación socioeconómica de los nuevos habitantes de las ciudades, se retrata una problemática que desborda las capacidades estatales o administrativas, pues aunque el ICT y el FVP fueron los principales protagonistas de la construcción formal hasta los años noventa91, era evidente que estos no lograban contener la dramática avalancha que vivía la ciudad en la segunda mitad del siglo XX por cuenta del crecimiento demográfico derivado de las migraciones.

De forma simultánea y ante la ingente demanda de los sectores populares, diferentes grupos de viviendistas —entre los que se destacan CENAPROV, urbanizadores piratas e invasores— se agruparon para construir barrios en las zonas periféricas, principalmente en el suroccidente de la ciudad. Agrupaciones en su mayoría con intereses políticos, lideradas por dirigentes del partido liberal y conservador, o por cooperativas de trabajadores y organizaciones gremiales como los zapateros, los trabajadores del Ferrocarril de Occidente, los coteros, entre otras92.

De este modo, se puede apreciar la existencia de múltiples formas de hacer frente a la problemática, como la autoconstrucción y el desarrollo progresivo, aparte de las invasiones por parte del sector formal e informal. Dentro de las diferentes formas de organización legalmente constituidas con personería jurídica en el municipio de Pereira se encontraban comités, corporaciones, asociaciones y planes de vivienda, para un total de 78 organizaciones, que se discriminan de la siguiente manera: 4 % comités, 8 % corporaciones, 17 % asociaciones y 71 % planes de vivienda, normalmente en manos del ICT o el FVP93. Estos datos no incluyen a CENAPROV puesto que su personería jurídica pertenecía al orden nacional y no estaba radicada en la ciudad de Pereira.

En este orden de ideas, la segunda mitad del siglo XX sirve como referente para comprender la situación urbana de la ciudad de Pereira, en ella convergen diferentes formas de lucha por la vivienda, que pasaban desde la oficialidad hasta la subnormalidad, y que a partir de los años 50 se reflejan en la expansión acelerada del área urbana, implicando con ello la construcción de asentamientos informales, la mayor parte ubicados en los cauces de los ríos y quebradas o laderas94.


La influencia de la Central Nacional Provivienda en la ciudad de Pereira

La Central Nacional Provivienda, también conocida como CENAPROV o Provivienda, es definida según Gloria Elvira Naranjo como “la primera organización social de destechados, aún vigente e integrada por desplazados forzados que buscaron refugio y obtuvieron vivienda propia mediante acciones colectivas”95. Esta organización se define como una entidad sin ánimo de lucro que adquirió su personería jurídica ante el Ministerio de Justicia bajo la resolución número 001458 del 5 de mayo de 196196.

En el año 1961, CENAPROV logra la conquista barrial más significativa por sus implicaciones sociales y políticas al constituir una lucha emblemática para la organización, fue la del barrio Policarpa Salavarrieta ubicado en el centro de la ciudad de Bogotá. Su construcción se adelantaría bajo la modalidad de toma de terrenos, lo que produjo enfrentamientos directos con la policía y dejó como resultado cuatro muertos y más de cien heridos, entre los que se encontraban algunos niños. El hecho se registró como el “viernes sangriento”, dado que ocurrió el Viernes Santo de marzo de 196197. Rápidamente este tipo de luchas se fue replicando en diferentes ciudades a lo largo y ancho del país, bajo la dirección de la organización y la participación de los diferentes centros de inquilinos como se documenta en la Revista del X Congreso Nacional de CENAPROV en 1983, donde se aprecia el incremento de los Centros de Inquilinos por todo el país98.

La multiplicación de Centros de inquilinos al interior de las ciudades colombianas se gestó desde la ciudad de Bogotá como una manera de organizar las comunidades y al mismo tiempo posibilitar desde la capital las asesorías y orientaciones correspondientes a los líderes locales y regionales; de modo que las personas en condición de déficit de vivienda pudieran vincularse a la organización. A partir de allí, en muchas ciudades del país como Pereira se empezarían a adelantar acciones colectivas por la solución de la vivienda, utilizando las diferentes acciones conocidas como lo fueron las ocupaciones de terrenos ociosos y las compras comuneras, todo ello de la mano de la asesoría jurídica y parlamentaria de CENAPROV desde la ciudad de Bogotá.

La situación migratoria de Pereira a mediados de siglo XX y su desborde demográfico sirvió de acicate para que organizaciones de viviendistas, urbanizadores piratas e invasores iniciarán procesos organizativos con diversas comunidades en distintas zonas de la ciudad, para resolver de manera informal el déficit habitacional que la administración municipal de la época era incapaz de suplir. Hecho que la prensa oficial de la ciudad retrató en algunos momentos, cuando referían la problemática de las invasiones piratas en Pereira y Dosquebradas, denunciando que grupos de personas debidamente organizadas llevaban a cabo tomas de terrenos de propiedad del municipio y de particulares99.

Así, desde la periferia, la ciudad empezó a adquirir una nueva forma; los promotores de vivienda ubicados a las orillas de los ríos y quebradas o en terrenos ejidales empezaron a conformar barrios autoconstruidos de manera informal que, a la par de los barrios construidos por programas como el ICT y el Fondo de Vivienda popular, empezaron a trazar las líneas de lo que constituyó unos años después la complejidad urbana de la ciudad.

CENAROV como movimiento social100 de viviendistas se distancia de los demás grupos de viviendistas en que su objetivo no solo era solucionar el problema de vivienda, sino también desarrollar un proyecto político reivindicativo en cada uno de los habitantes, que comulgaban con los principios ideológicos de izquierda frente a la lucha de clases, propósito que la llevó a consolidarse a lo largo y ancho del territorio nacional.

Según entrevistas realizadas a algunos de los promotores de la Central Nacional Provivienda en Pereira como Jairo Mejía Vélez y Hernán Botero, dicha entidad inició su proceso organizativo en la ciudad a partir de la década del 60 con la llegada de dirigentes de la ANAPO como Gabriel Darío Londoño y el presidente de CENAPROV a nivel nacional, Mario Upegüi, quienes de la mano de un importante líder comunitario, llamado Joaquín Botero, militante del Partido Comunista, e inspirados en la experiencia del barrio Policarpa Salavarrieta en Bogotá, empezaron a desarrollar la estrategia de consolidación del primer centro de inquilinos en la ciudad de Pereira, bajo la dirección de la Central Nacional Provivienda, cuya primera sede estaba ubicada en la carrera 23 entre calles 72 y 73, sur occidente de la ciudad101.

El desborde demográfico a mediados de siglo XX en la ciudad facilitó el surgimiento de invasiones y todo tipo de urbanizaciones piratas en los terrenos periféricos, principalmente en la zona sur occidental cercana al aeropuerto Matecaña. El albor del crecimiento de la ciudad en su periferia, específicamente en el suroccidente, puede ser evidenciado por la aerofotografía, la cual permite apreciar el desborde urbano de la ciudad 1969, después de construido el barrio Cuba (figura 4). En dicho sector, en el que hoy día se ubican las comunas San Joaquín, El Oso y Perla del Otún, se concentró el accionar de la Central Nacional Provivienda con el 70 % de sus barrios autoconstruidos.


Figura 4. Aerofotografía del sector suroccidental de Pereira, donde se aprecia el inicio de
					conformación urbana.
Figura 4. Aerofotografía del sector suroccidental de Pereira, donde se aprecia el inicio de conformación urbana.

Fuente: Aerofotografía C-1257 foto 78 1969, Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).

De esta manera, las actividades de CENAPROV en Pereira durante la década del 60 fueron de carácter eminentemente organizativo. Proceso que fue apoyado a mediados de los 70 con la llegada de miembros del Partido Comunista Colombiano (PCC) y la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC), entre los que se destacaron los diputados Manuel Castillo y Carlos Alberto Benavides, quienes, según testimonios, llegaron a desarrollar la estrategia de organización política que sirvió de apoyo a la consolidación del accionar de la Central Nacional Provivienda en la ciudad102.

Según relata Jairo Mejía Vélez, actual dirigente de CENAPROV en Pereira, por aquella época los dirigentes de la organización al conocer las carencias en muchas familias de la ciudad en lo relativo al tema de la vivienda, gestionaron las condiciones para la creación del primer centro de inquilinos, en el cual se convocó a muchas familias que estuviesen pagando arriendo y tuviesen alguna capacidad de ahorro para afiliarse a la organización. Realizada la afiliación, las personas iniciaban un plan de ahorro mensual en la misma entidad hasta completar las sumas de dinero que permitiría la negociación de predios para la realización de los primeros planes de vivienda en el sur occidente103.

Dentro de la organización sus miembros no aceptaban ni estaban de acuerdo con la denominación que les señalaba como viviendistas pirata, pues eran una organización con personería jurídica y una declarada función social que consistía en desarrollar una política permanente y eficaz destinada a conseguir lotes de terrenos para que cada uno de sus miembros pudiese adquirir su casa de habitación propia104. Esta idea no es ajena al argumento planteado por Carlos Alberto Torres en su texto Ciudad informal colombiana (2009), al afirmar que la informalidad no necesariamente es sinónimo de ilegalidad, pues puede ser entendida como un fenómeno social, económico, ideológico, político y cultural, por medio del cual la comunidad busca solucionar sus carencias, a través de acciones que los colocan por fuera de los marcos normativos y legales convencionales105. Así lo puede corroborar el testimonio de Miguel Castañeda, concejal de Pereira por la Unión Nacional de Oposición en 1974 y promotor de Provivienda en la ciudad:

Nosotros teníamos en Provivienda varias opciones, o la toma sin compra ni nada. Averiguábamos previamente en los lotes o los sitios cómo estaba la situación, para así de esa manera lograr con los afiliados a la Central Nacional Provivienda hacer una lista. Hacíamos reuniones semanales y teníamos una pequeña cuota para los gastos de papeleo y las visitas que había que hacer a la alcaldía o al concejo. Entonces si había una finca que era urbanizable, hacíamos los estudios, pues teníamos compañeros que eran topógrafos o eran ingenieros y arquitectos, y nos ayudaban en la planeación106.

Es hacia 1973 cuando el plan de vivienda pirata del barrio La Isla de Cuba se empieza a gestar a partir de la compra de los terrenos, su ocupación y posteriormente la participación decidida de la comunidad a través de convites y bazares, en los cuales se iniciaba la adecuación de terrenos y la construcción de viviendas. Actividades gestadas de la mano de líderes como Joaquín Botero y la asesoría del comité técnico de ingenieros y arquitectos de la misma organización de viviendistas CENAPROV, que permitió sacar adelante dicho plan de vivienda fundado oficialmente en 1974 y que benefició a 220 familias.

Con la consolidación de la principal fuerza política de izquierda en la ciudad, desde 1974, entre los concejales Gildardo Castaño, Luis Enrique Arango, Miguel Castañeda, y los diputados Manuel Castillo, Santiago Londoño y Carlos Alberto Benavides, se logró el equipamiento total de servicios públicos, alcantarillado y transporte público tanto para el barrio La Isla de Cuba como para muchos otros fundados años después por CENAPROV en la ciudad107.

La manera como se daría el proceso de urbanización del barrio La Isla de Cuba Centro de Inquilinos Número 2, bajo la modalidad de compra comunera y no la de una toma violenta, contiene elementos característicos compartidos con la concepción de la colonización popular descrita por el urbanista Jacques Aprile, cuando narra el esfuerzo de los nuevos colonizadores urbanos para consolidar sus terrenos y abrirse espacio dentro de su nuevo hábitat urbano108. Así se pudo constatar en el testimonio de uno de los fundadores del barrio la Isla:

Esto aquí era una laguna, donde cada ocho días veníamos a desyerbar, fue muy duro porque era esa maleza espesa [...]. Luego empezamos a medir los lotes con lazos con la asesoría de Joaquín Botero, Mario Upegüi y Castillo. Luego en las asambleas empezamos a entregar los lotes a un costo de $3500. La luz y el agua la tomamos de barrios vecinos, hicimos letrinas y lavaderos a la orilla del río que eran utilizados por todos lo viviendistas [...]. Ocurrieron inundaciones porque se salía la quebrada, pero poco a poco de la mano del doctor Gildardo Castaño se fue legalizando el barrio109.

La misma modalidad de compra comunera se gestó en 1977, específicamente el 15 de febrero, día en que según contrato de compraventa suscrito en la notaría primera N°246, el señor Jesús María Zuluaga Restrepo vende a la Central Nacional Provivienda un lote, denominado “El Oso”, de diez hectáreas en el paraje San Joaquín, por un valor de 300.000 pesos110. En dichos terrenos se conformaría el barrio Leningrado, cuya ocupación por parte de los inquilinos iniciaría en 1978 bajo la modalidad de autoconstrucción. Allí la solidaridad vecinal por medio de bazares y convites fue clave para la conformación del barrio que posteriormente concluiría con tres etapas111 (figura 5).


Figura 5. Primeras viviendas del barrio Leningrado en asamblea de inquilinos
Figura 5. Primeras viviendas del barrio Leningrado en asamblea de inquilinos

Fuente: Archivo personal Fernando Botero.

En 1974, año en que Luis Enrique Arango, reconocido profesor universitario, dirigente regional del MOIR y concejal por la UNO, se pronunciara en prensa con motivo del aniversario del asesinato de Salvador Allende en Chile y declaraba su firmeza en la lucha de los pueblos del tercer mundo contra el imperialismo112, cerca al centro de la ciudad, en lo que hoy día está catalogado como la comuna Rio Otún, se inicia una toma de terrenos en predios que pertenecían a la sociedad San Vicente de Paúl. Allí, unas 80 familias luego de escuchar que las hermanas pensaban vender la propiedad a una promotora, bajo la orientación de dirigentes de la Central Nacional Provivienda como Miguel Castañeda y Humberto Salazar e inspirados en la experiencia del barrio La Isla de Cuba, ocupan un terreno aledaño al cementerio San Camilo de la ciudad de Pereira, como lo describe en entrevista Miguel Castañeda:

Logramos hacer una invasión cerca al cementerio central de Pereira y ahí creamos el barrio Salvador Allende, una invasión pequeña donde a más de uno nos dieron bolillo ventiao y gases, pero logramos consolidar el barrio [...]. Allí hubo tropel, pero se vio la solidaridad del movimiento obrero, el sindicato de profesores de los sectores más consecuentes, con la causa se logró la consolidación del barrio113.

Esta toma se sostuvo durante algunos días, sin embargo, pese a que las familias fueron desalojadas, su acción de hecho, junto con la presión política que ejercieron sindicatos y políticos de izquierda, se logró que el municipio negociara estos terrenos con la sociedad San Vicente de Paúl y se otorgarán las soluciones de vivienda requeridas por las familias.

El nombre de este barrio: Salvador Allende, como lo recuerda uno de sus residentes, se puso en honor a la lucha y resistencia de sus primeros moradores. Las escrituras de los predios fueron entregadas en 1977114. El caso de este barrio, al igual que el del barrio José Martí 1978 y Pedro Pablo Bello 1978 en el municipio de la Virginia, fueron los únicos donde se llevaron a cabo tomas de hecho, invasiones u ocupaciones ilegales.

En 1978, cuatro años después de la ocupación en los terrenos de la sociedad San Vicente de Paul, se dio una nueva ocupación en terrenos de esta misma entidad, contiguo al barrio Salvador Allende, entre la carrera 3a con calle 30, comuna Río Otún, de igual manera bajo la dirección de CENAPROV en cabeza del entonces concejal Gildardo Castaño y Humberto Giraldo Salazar. El primero de mayo de 1978, alrededor de 120 familias ocuparon ilegalmente el terreno, buscando conseguir una negociación con la alcaldía del municipio de la misma manera que se había conseguido con el barrio Salvador Allende. Sin embargo, rápidamente fueron desalojadas de manera violenta por la fuerza pública, dejando como consecuencia algunos heridos y otros detenidos, llevados a la Tercera Brigada del Ejército en Armenia donde estuvieron alrededor de diez días, entre ellos los dirigentes de la organización antes mencionados115.

Las familias desalojadas, cerca de 100 personas, entre ancianos mujeres y niños liderados por Gildardo Castaño, dirigente del Partido Comunista, se tomaron las instalaciones de la gobernación buscando negociar con el gobernador Carlos Arturo Ángel Arango las alternativas inmediatas para solucionar el problema habitacional en la invasión. Así lo registró el periódico El Diario en 1978116.

Los dos últimos barrios que CENAPROV construyó bajo la misma modalidad de autoconstrucción en el sur occidente de la ciudad serían el plan de vivienda llamado Nueva Colombia, en 1986, ubicado en el sector conocido como La Cuchilla de los Castro, en la comuna El Oso, con 56 viviendas117, y un poco más el sur, en el mismo sector, el barrio Jaime Pardo Leal, en 1987. Según la correspondencia de la organización este último barrio se proyectó aprovechando las buenas relaciones que tenía para la época el presidente de CENAPROV a nivel regional, Eduardo García Buriticá, con la administración municipal de la época, en cabeza del alcalde Jairo Arango, primer alcalde popular de la ciudad. Según el mismo documento, se tenía previsto adquirir un lote de 25.000 m aproximadamente cerca al plan Nueva Colombia, con opción de vertimiento de alcantarillado y buenas posibilidades de aprovechamiento de servicio de energía y agua118.


Figura 6. Mapa de Pereira y ubicación de los barrios construidos por CENAPROV
Figura 6. Mapa de Pereira y ubicación de los barrios construidos por CENAPROV

Fuente: Tomado y modificado de Dane 2004 con base en Plan de Ordenamiento Territorial de Pereira, 2001.

En 1987 es asesinado el dirigente y candidato presidencial de la Unión Patriótica, Jaime Pardo Leal. Dicho año marcaría el inicio del declive de la organización a nivel local con la culminación del proyecto de vivienda Jaime Pardo Leal, nombre dado en honor al dirigente de izquierda asesinado. A partir de allí, a causa de diversas razones, entre ellas la persecución a muchos de sus dirigentes, la Central Nacional Provivienda no volvería a adjudicar ningún plan de vivienda en la ciudad Pereira119.

La organización de viviendistas, Central Nacional Provivienda, tuvo su mayor fuerza entre las décadas de 1970 y 1980 en la ciudad de Pereira. En este tiempo logró consolidar diez planes de vivienda, algunos en convenio con el ICT, como la tercera etapa del barrio José Antonio Galán, el barrio Nueva Colombia y la comunidad Carlos Alberto Benavides, ubicado en el proyecto 2500 lotes. Esta colaboración permite establecer que, aun siendo una organización direccionada por el Partido Comunista, no tuvo problema en unir sus esfuerzos con la oficialidad en la búsqueda de solución de vivienda para los destechados.

Aunque la Central Nacional Provivienda no ha desaparecido por completo de la esfera nacional, en la ciudad de Pereira empezó a tener una paulatina decadencia que se puede rastrear a partir de 1987, año en que, como ya se afirmó, se desarrolló su último proyecto de vivienda en la ciudad, llamado barrio Jaime Pardo Leal. Varios son los motivos que permiten evaluar los pormenores del declive, entre ellos la violencia política en el marco de genocidio de la Unión Patriótica120. Situaciones que fueron minando el tejido social dentro de la organización que vivió uno de los momentos más difíciles con el asesinato del entonces candidato presidencial por la Unión Patriótica, Jaime Pardo Leal, el domingo 11 de octubre de 1987121. Situación que provocó el repudio nacional, pero sobre todo facilitó la creación de un ambiente de zozobra entre los militantes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista.

Persecuciones de la que fueron objeto muchos de sus dirigentes entre los que se destacan Eduardo García122 y José Bautista Osorio, amenazados en 1988 por parte la organización autodenominada MAC (Muerte a Comunistas)123. Y el asesinato de Gildardo Castaño, el 6 de enero de 1989124, quien además de desempeñarse como concejal y diputado de izquierda, como se ha visto, también era un importante promotor y colaborador de la Central Nacional Provivienda en la ciudad.

Las razones múltiples que pudieron complementar el declive de la organización están asociadas a la injerencia de las juntas de acción comunal en los barrios constituidos por CENAPROV donde operaban juntas directivas. Las JAC al ser cooptadas por los políticos tradicionales para apalancar sus aspiraciones electorales125 desplazaron de algún modo la influencia que tenían las juntas directivas en los barrios, al punto que como sucedió en el barrio Leningrado, primera etapa, la junta de acción comunal decidió cambiar el nombre a barrio Santa Fe.

Otro aspecto que contribuyó al declive de CENAPROV fue la relación que se tuvo con el organismo de control ASOBANCARIA, entidad encargada de controlar y vigilar los grupos urbanizadores bajo la Ley 66 de 1968 y, con la cual, según se constata en información de archivo, CENAPROV tuvo constantes alegatos y sanciones por incumplir con los requisitos que toda entidad urbanizadora debía cumplir según la mencionada ley126.

Finalmente, las tensiones entre los mismos dirigentes de la organización a nivel regional a mediados de los ochenta, por manejos de dinero, como lo serían los auxilios ordenanzables a los que tenían derecho los sectores populares127, minarían la confianza de muchos de sus afiliados. Sumado a esto, la llegada de grandes consorcios urbanizadores privados como CAMACOL, según versión de Jairo Arango, incrementó el valor de la tierra y dejó fuera de juego a los grupos viviendistas haciendo inviable todo tipo de compras comuneras128.

Después de la conformación de los barrios Nueva Colombia y Jaime Pardo Leal a finales de los 80, CENAPROV no volvió a liderar más proyectos de construcción de vivienda en la ciudad de Pereira. No obstante, su representación del ideario comunista en la lucha por el derecho a la vivienda continúa vigente como necesidad sentida por todos aquellos que no logran acceder a la compra de una vivienda y como testimonio del ideario político de sus protagonistas en los documentos de archivo y los nombres de sus barrios, negándose a desaparecer. De allí la importancia de recuperar la memoria de estas organizaciones y de sus líderes, como parte de un proceso histórico de construcción de ciudad que hasta el momento ha sido poco estudiado y aún permanece latente en los márgenes de la ciudad.


Conclusiones

Lo expuesto a lo largo de la presente investigación, desde el punto de vista de la historia urbana, permite considerar nuevamente el proceso de conformación urbana en la segundad mitad del siglo XX en la ciudad de Pereira desde su periferia. La tarea de revisión de las fuentes trae a consideración nueva información sobre el pasado de la ciudad, que permite comprender de una manera distinta la conformación del hábitat urbano desde la perspectiva de los colonizadores y pobladores de sus márgenes.

Este breve análisis del decurso histórico de CENAPROV permite reconocer la dinámica de poblamiento y urbanización de la ciudad de Pereira en la segunda mitad del siglo XX y, a partir de allí, la emergencia de un accionar en pro de la consecución de la vivienda en la ciudad. Situación que impulsó la capacidad de organización y autogestión de las comunidades de la mano de los dirigentes de CENAPROV para dar solución a las carencias habitacionales. Esto es, el protagonismo de los sectores urbanos populares en la lucha por la vivienda.

El crecimiento demográfico de la segunda mitad del siglo XX en la región repercutió en el aumento de población migrante en la ciudad de Pereira, que aspiró a refugiarse de la violencia en el campo y a conseguir mejores condiciones de vida derivadas del empleo. El mentado desborde demográfico, evidenciado en los censos de 1951, 1964, 1973 y 1985, supuso un incremento de la demanda cuantitativa y cualitativa de la vivienda que desbordó la capacidad de respuesta estatal.

CENAPROV o Provivienda se sirvió de su experiencia en las luchas por la vivienda para los destechados a partir de la toma de terrenos y las compras comuneras principalmente en la ciudad de Bogotá en la década de los 60, y desplegó la misma estrategia en muchos municipios del país como Pereira, Dosquebradas y la Virginia, donde al igual que otras ciudades vecinas como Manizales, Armenia e Ibagué, también se padecía un significativo déficit habitacional.

La influencia de la Central Nacional Provivienda en la ciudad de Pereira se hace evidente a partir de 1973 con el protagonismo de sus líderes comunitarios para adelantar el primero de diez planes de vivienda en la ciudad, denominado La Isla de Cuba. A partir de allí, y de la mano del liderazgo de muchos de sus dirigentes de izquierda a nivel regional, como Joaquín Botero, Carlos Alberto Benavides, Manuel Castillo, Miguel Castañeda, Gildardo Castaño, Eduardo García y Jairo Mejía, se logró organizar a la comunidad en torno a principios como la solidaridad, el apoyo mutuo y la formación política derivada de las orientaciones del Partido Comunista para establecer una estructura organizativa sólida y eficaz que permitió no solo la convivencia, sino también la consolidación de una fuerte base o fortín electoral dentro de los barrios, que posibilitó a muchos de sus dirigentes la participación en cargos de elección popular.

Desde la oposición, CENAPROV encontró en los destechados una oportunidad para fortalecerse política y electoralmente, y estos últimos, a su vez, en CENAPROV encontraron una forma de solucionar su problema de vivienda.

Con algunos de sus representantes elegidos en la Asamblea Departamental y el Concejo de Pereira, como Miguel Castañeda, Gildardo Castaño, Carlos Alberto Benavides, Manuel Castillo y Eduardo García, se fortaleció el trabajo de legalización de los planes de vivienda apoyados por la Central Nacional Provivienda y se realizaron las gestiones correspondientes para dotarlos de servicios públicos esenciales, como alcantarillado, agua, energía y vías de acceso.

Se pudieron constatar los postulados de Jacques Aprile, en relación con la concepción de colonización popular urbana, debido a la forma como la organización de viviendistas adelantó la intervención de lugares periféricos, inhabitados y agrestes en espacios históricamente construidos. Así lo evidencia la zona donde se construyó el barrio La Isla de Cuba, donde se dieron acciones colectivas para transformar el espacio y hacerlo habitable. De este modo, se agenció una nueva dinámica en la relación urbana de la ciudad con sus habitantes. Igualmente, se intentó demostrar la existencia de relaciones sociopolíticas entre los integrantes de CENAPROV encaminadas a dotar de contenido y significado las intervenciones que realizaron en la periferia urbana para dar solución al problema habitacional de los destechados,especialmente en el suroccidente de la ciudad.

Las fuentes documentales también permiten deducir que la estrategia más utilizada por la Central Nacional Provivienda para la consecución de vivienda en la ciudad de Pereira, fue la compra comunera de terrenos urbanizables amparados en la personería jurídica que poseían. Solo en dos ocasiones fueron invadidos terrenos privados sin comprar, para solucionar de manera rápida la carencia habitacional en lo que hoy son el barrio Salvador Allende y en el barrio José Martí, ubicados ambos en la comuna Río Otún.

Ocho planes de vivienda se desarrollaron a partir de la negociación de terrenos, principalmente en el sector sur occidental de la ciudad, específicamente en las comunas San Joaquín, el Oso y Perla del Otún zona que vivió una importante expansión urbana a partir de los años 70 y en la que CENAPROV consolidó el 70 % de sus planes de vivienda. Los testimonios de muchos de sus protagonistas permiten deducir que a partir de la autogestión y la solidaridad comunal por medio de bazares y eventos se adelantó la organización de terrenos, la construcción de casas y acueductos improvisados por medio de pozos, y paulatinamente por medio de la gestión política de sus dirigentes.

Se transitó del ámbito de la informalidad hacia la formalidad gracias a la gestión político-administrativa de CENAPROV. En algunas ocasiones se trabajó de manera mancomunada con el municipio.

A pesar de las tensiones existentes con la oficina de Planeación Municipal y con ASOBANCARIA, y a pesar de ser considerada un grupo urbanizador pirata, se evidencia que CENAPROV fue decisiva en la solución de vivienda para las personas de más bajos recursos que habían quedado por fuera de las soluciones promovidas por el Estado a través de instituciones como el ICT y el Fondo de Vivienda Popular. De este modo, también quizá es posible concluir que la Central Nacional Provivienda contribuyó de manera significativa en el crecimiento urbano de la ciudad de Pereira con la consolidación de sus diez planes de vivienda mediante la modalidad de autoconstrucción.

De otro lado, también parece posible reconocer, por medio de las fuentes periodísticas y testimoniales, la enorme relevancia que tuvo el componente ideológico y político de la organización y sus dirigentes en la lucha por el derecho a la vivienda y, por supuesto, en la lucha por el poder político en la región. De modo que, en la toponimia de sus barrios —La Isla de Cuba, Leningrado, José Martí, Salvador Allende, Jaime Pardo Leal, Carlos Alberto Benavides— ha quedado reflejado el protagonismo de la izquierda en la lucha popular por la vivienda y el eco de la fuerza que tuvo la Central Nacional Provivienda en la ciudad en la segunda mitad del siglo XX.

Finalmente, se corroboró que CENAPROV en la actualidad hace parte de un proceso de reparación colectiva en el marco de la ley de víctimas y restitución de tierras, según la resolución No.2016-13802 del 28 de julio de 2016, expedida por la Unidad Para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

Quedan por establecer con más detalle otros motivos del declive que no fueron tenidos en cuenta en el presente análisis. Es necesario también clarificar aún más el protagonismo que tuvo CENAPROV en los municipios aledaños, sobre todo en Santa Rosa de Cabal, debido a que los tiempos del trabajo académico y de campo y las fuentes consultadas no permitieron satisfacer este apartado de la investigación.

Resultaría muy interesante complementar el presente trabajo con una investigación de mayor calado sobre el impacto de otros movimientos sociales en Pereira en la segunda mitad del siglo XX. De modo que se pueda rastrear las formas de participación de otros grupos de viviendistas distintos a CENAPROV en la conformación de planes de vivienda al interior de la ciudad, por ejemplo, en el contexto del plan ARDECO de 1964 y el plan de zonificación del IGAC en 1967. De esta manera se podrían establecer mejor los alcances reales del crecimiento informal en la ciudad desde el punto de vista urbanístico.




* El presente artículo hace parte de los resultados de la tesis de Maestría en Historia titulada “Cenaprov y el crecimiento urbano de Pereira 1973-1987. Una mirada a la construcción barrial de Pereira desde sus márgenes”, asesorada por el Dr. Jhon Jaime Correa Ramírez y evaluada por la Dra. Morelia Pabón Patiño y el Dr. Sebastián Martínez Botero, la cual obtuvo una calificación de tesis laureada. Este documento respeta las directrices y normas dispuestas en la Declaración de Ética de Publicación de Ciencia Nueva, Revista de Historia y Política. Esta declaración puede consultarse en la página web de la revista: http://revistas.utp.edu.co/index.php/historia


** Licenciado en Filosofía y magíster en Historia de la Universidad Tecnológica de Pereira. Docente de la Secretaría de Educación de Dosquebradas, Risaralda.


*** Licenciado en Pedagogía Infantil de la Universidad del Tolima y magíster en Historia de la Universidad Tecnológica de Pereira. Docente de la Secretaría de Educación de Dosquebradas, Risaralda.


57 Carlo Ginzburg, El hilo y las huellas. Lo verdadero, lo falso y lo ficticio (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2010), 54.


58 Michel Foucault, La arqueología del saber (Buenos Aires: Siglo XXI, 2002), 71.


59 Alfonso Torres Carrillo, Hacer historia desde abajo y desde el sur (Bogotá: Desde Abajo, 2014), 113-118.


60 Carrillo, Hacer..., 124-128.


61 Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX (Bogotá: Planeta, 2015), 347.


62 Esta concepción de violencia política hace referencia al análisis realizado por Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña en su texto La violencia en Colombia (2005). En el cual, se concibe a la violencia como un proceso estructural con motivaciones políticas de parte de las oligarquías liberales y conservadoras. Una de las consecuencias del fenómeno de la violencia, según la tesis de Jacques Aprile en su texto ciudad colombiana siglo XIX y siglo XX (1992), será el éxodo masivo de la población rural y el crecimiento de las ciudades en Colombia.


63 Alfonso Torres, “Estudios sobre pobladores urbanos en Colombia: balance y perspectivas”, Revista Maguaré, n. º 9 (1993): 132, http://www.bdigital.unal.edu.co/18431/.


64 Carlos Torres, Ciudad informal colombiana, barrios construidos por la gente (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2009), 242.


65 Frank Safford y Marco Palacios, Historia de Colombia. País fragmentado, sociedad dividida (Bogotá: Uniandes 2012), 435, 436.


66 Lina María Sánchez, “Éxodos rurales y urbanización en Colombia”, Revista Bitácora Urbano Territorial 2, n. º13 (2008): 61, http://www.bdigital.unal.edu.co/21972/.


67 Alfonso Torres Carrillo, La ciudad en la sombra (Bogotá: CINEP, 1993).


68 Sebastián Martínez Botero, Política y Espacio Historia de la conformación territorial de Pereira. 1857-1884. (Pereira: Fondo Editorial de Risaralda, 2013).


69 Jhon Jaime Correa, “Civismo y educación en Pereira y Manizales (1925-1950): un análisis comparativo entre sus sociabilidades, visiones de ciudad y cultura cívica” (tesis doctoral, Universidad Tecnológica de Pereira, 2014), 14.


70 Correa, “Civismo” …, 12.


71 Arturo Calle, Conflictos familiares y problemas humanos (Madrid: Sagrado Corazón, 1964), 19,20.


72 “Biblioteca virtual. Censo 1973”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, http://biblioteca.dane.gov.co/biblioteca/categories/45/.


73 “DANE Información para todos”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, https://www.dane.gov.co/.


74 Es importante destacar que, de acuerdo con Fabio Zambrano, la importancia que tuvo la construcción de ferrocarriles, como elemento que da forma al territorio privilegiando determinadas zonas, determinó a su vez la localización industrial y el ordenamiento de las carreteras. Fabio Zambrano, “La ciudad colombiana. Una mirada de larga duración”, en Pobladores urbanos ciudades y espacios, ed. por Julián Arturo (Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1994), 35-72.


75 Jaime M, Ferrer, “El desarrollo del comercio en Pereira”, Colección Maestros, n.º 17 (2013): 21-49.


76 Jorge Andrés Rivera, “Proceso de urbanización y agentes urbanos en Pereira, Colombia” (tesis doctoral, Universidad de Barcelona, 2013), 280.


77 Zambrano, “La ciudad colombiana. Una mirada de larga duración”, 41.


78 Jorge Andrés Rivera, “Proceso de urbanización y agentes urbanos en Pereira, Colombia”,282.


79 Sindicatos de educadores como el SER creado en 1967. Sindicatos de ferrocarriles, de escogedoras de café,braceros, mineros, obreros de la construcción, zapateros, carpinteros y gran variedad de organizaciones políticas de izquierda como: El Partido Comunista Colombiano PCC, la ANAPO, la Unión Nacional de Oposición UNO, el Frente Democrático, la Unión de Mujeres Demócratas UMD, el MOIR, APROR, la Unión Revolucionaria Socialista, entre otros.


80 Jorge Robledo, El drama de la vivienda en Colombia y la política del "sí se puede" (Bogotá: Áncora Editores, 1985), 17.


81 Torres, Ciudad informal colombiana...,94.


82 Torres, Ciudad informal colombiana...,242.


83 Grupo de Acción Comunitaria y Social (ACCOMS), Monografía del barrio Cuba Pereira (Pereira: XYZ, 1990), 21.


84 Torres, Ciudad informal colombiana...,242.


85 Arturo Calle, Conflictos familiares y problemas humanos (Madrid: Sagrado Corazón ISBN, 1964). 21.


86 “DANE Información para todos”, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, acceso el 15 de noviembre de 2019, https://www.dane.gov.co/


87 Según palabras de Carlos Torres: “El ICT actuó en este periodo como el principal promotor de la construcción de vivienda y de la expansión de la ciudad con la creación de barrios que, como en el caso de Cuba, estaban fuera de los sectores consolidados y densificados. Esta entidad llegó a tener un papel decisivo en la urbanización de la ciudad en las siguientes tres décadas” Torres, Ciudad informal colombiana…, 242.


88 Torres, Ciudad informal colombiana...,243.


89 Once invasiones en Pereira se registraron este fin de semana. La Tarde, 6 de septiembre de 1979.


90 Según Oscar Arango, la ciudad de Pereira cuenta con un poblamiento urbano reciente, puesto que el 86 % de sus barrios se crearon con posterioridad a 1950. Oscar Arango, Pereira años 80 (Pereira: Funderalda, 1989).


91 Torres, Ciudad informal colombiana...,245.


92 Arango, Pereira …,34.


93 Arango, Pereira …,65.


94 Torres, Ciudad informal colombiana...,247.


95 María Elvira Naranjo, “Provivienda: protagonista de la colonización popular en Colombia”, Revista Historia y Memoria 9, (2014): 89-118, https://doi.org/10.19053/20275137.293089.


96 Fuente: Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Notariales.


97 María Elvira Naranjo, barrio Policarpa Salavarrieta 50 años (Bogotá: Impresol Ediciones, 2011), 54.


98 CENAPROV, “El movimiento de los destechados en Colombia”, Revista del X Congreso Nacional (1983): 16.


99 “Problemas de Invasiones en Pereira y Dosquebradas”, El Diario 15 de septiembre de 1975.


100 Movimiento social de viviendistas, entendido, parafraseando a Touraine, como la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social en una colectividad concreta. Alain Touraine, “Los movimientos sociales”, Revista Colombiana de Sociología 27 (2006), http://dx.doi.org/10.15446/rcs255–278.


101 Hernán Botero, (Hijo de Joaquín Botero) en entrevista con los autores, 13 de octubre de 2018.


102 Hernán Botero (hijo de Joaquín Botero) en entrevista con los autores, 13 de octubre de 2018.


103 Jairo Mejía Vélez (dirigente CENAPROV barrio Leningrado-Pereira) en entrevista con los autores, 9 de noviembre de 2016.


104 Torres Carrillo, La ciudad en la sombra.


105 Torres, Ciudad informal colombiana…, 47.


106 Miguel Castañeda (segundo renglón de Luis Enrique Arango en el Concejo de Pereira por la UNO en 1974) en entrevista con los autores el 9 de abril de 2017.


107 Miguel Castañeda (segundo renglón de Luis Enrique Arango en el Concejo de Pereira por la UNO en 1974) en entrevista con los autores el 9 de abril de 2017.


108 Aprile-Gniset, La ciudad colombiana Siglo XIX y Siglo XX (Bogotá: Talleres Gráficos Banco Popular, 1992), 343.


109 Fernando Botero (líder comunal barrio la Isla-Pereira) en entrevista con los autores 24 de marzo 2018.


110 Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira I – Notariales.


111 Jairo Mejía Vélez (dirigente CENAPROV barrio Leningrado-Pereira) en entrevista con los autores, 9 de noviembre de 2016.


112 “Concejal por la UNO y el Aniversario de la Muerte del Presidente Allende”, El Diario, 12 de septiembre de 1974.


113 Miguel Castañeda (segundo renglón de Luis Enrique Arango en el Concejo de Pereira por la UNO en 1974) en entrevista con los autores el 9 de abril de 2017.


114 “Salvador Allende, con problemas de seguridad”, El Diario, 22 de enero de 2.018.


115 Carlos Arango, lucha por la vivienda en Colombia (Bogotá: Ecoe, 1986).


116 «Última hora - desde las 10 de la mañana, retenido en su oficina el gobernador del depto.-cerca de cien personas de la invasión "José martí"», El Diario, 22 de mayo de 1978.


117 “Nueva Colombia combate la basura”, El Diario, 5 de agosto de 2018.


118 Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Correspondencia.


119 Sin embargo, hubo tres experiencias significativas en los municipios aledaños a Pereira que conviene mencionar. La primera es la del barrio Pedro Pablo Bello en el municipio de la Virginia en 1978, bajo la modalidad de ocupación ilegal de unos terrenos ubicados a las afueras del municipio. La segunda, es el barrio Santiago Londoño en el municipio de Dosquebradas, bajo la modalidad de compra comunera en 1981. Su nombre se dio en honor al reconocido médico y dirigente comunista a nivel regional, quien apoyó la lucha parlamentaria de los viviendistas. Y, en tercer lugar, en el municipio de Santa Rosa de Cabal, se adelantaron tres planes de vivienda a finales de la década de los 70; los Andes, La Trinidad y Villa Alegría donde fue decisivo el aporte de la Central Nacional Provivienda en su conformación. Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Correspondencia.


120 Centro Nacional de Memoria Histórica, Todo pasó frente a nuestros ojos. El genocidio de la Unión Patriótica (Bogotá: CNMH, 2.018)


121 “Asesinado Jaime Pardo Leal”, La Tarde, el 12 de octubre de 1987.


122 Según se pudo constatar en la prensa de la ciudad, algunos años después el señor Eduardo García Barítica, dirigente de la UP y presidente de la Central Nacional Provivienda seccional Risaralda, fallece el 11 de marzo de 1996 como consecuencia, según versiones oficiales, de un “intento de asalto”, en el que le propinaron tres impactos de bala. Según lo registró el periódico El Diario, el 14 de marzo de ese mismo año, en una noticia titulada: Dirigente Político de la UP fue herido en atraco. Versión que fue desmentida por los miembros de la UP.


123 Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Denuncia.


124 “Risaralda pierde a un líder”, La Tarde, 7 de enero de 1989.


125 Safford y Palacios, Historia de Colombia.


126 Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Correspondencia.


127 Archivo CENAPROV, barrio Policarpa Salavarrieta. Bogotá. AZ Pereira II – Correspondencia.


128 Jairo Arango (director del ICT en los años 80 y exalcalde de Pereira) en entrevista con los autores, el 10 de diciembre de 2018.



5. Referencias


Fuentes primarias

Archivo CENAPROV, Bogotá, barrio Policarpa Salavarrieta. AZ I y II Pereira. Correspondencia, notariales, denuncia, prensa.


Archivo Personal Fernando Botero. Fotografía: Primeras viviendas barrio Leningrado.


Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Aerofotografía del sector sur occidental de Pereira, C-1257 foto 78 - 1.969.


Fuentes secundarias

Aprile-Gniset, Jacques. La ciudad colombiana siglo XIX y siglo XX. Bogotá: Talleres Gráficos Banco Popular, 1992.


Arango, Carlos. La lucha por la vivienda en Colombia. Bogotá: Ecoe, 1986.


Arango, Oscar. Pereira años 80. Pereira: Funderalda, 1989.


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